
Isabel fue educada en la vida cortesana. Allí pasará su juventud entre las intrigas de influyentes nobles como el condestable Álvaro de Luna o los Infantes de Aragón. Estas luchas entre nobles por el poder serían una constante que formaría parte de la adolescencia de Isabel que creció entre luchas, pactos, reconciliaciones y rumores sobre su hermano el Rey Enrique IV, que apuntaban a una supuesta impotencia por parte de este.
A través del acuerdo de Guisando, todo el reino volvía a la obediencia del rey y a cambio Isabel pasaba a ser Princesa de Asturias y señora de un amplio patrimonio. El matrimonio de la princesa debía realizarse sólo con el consentimiento previo del rey quedando así desplazada de la posible sucesión, Juana, la hija de Enrique IV.
Pero poco iba a durar el acuerdo ya que Isabel sospechaba de la argucia de su hermanastro el Rey con el Tratado firmado y comenzó, por su parte una serie negociaciones secretas con la Corona de Aragón para elegir la conveniencia de su enlace con Fernando heredero de la Corona de Aragón
No hay comentarios:
Publicar un comentario